jueves, 16 de septiembre de 2010

LAS GRANDES MENTIRAS DE LA REFORMA LABORAL

Le pese a quien le pese, la reforma que el Gobierno pretende poner en marcha no genera empleo, no reduce la temporalidad, supone un recorte de derechos y una transferencia hacia las rentas más elevadas. El Ejecutivo se empeña en hacernos creer lo contrario cuando es evidente que de salir adelante, dejara a los trabajadores y las trabajadoras de este país en una situación aun peor que la del año 1980 cuando se impuso el Estatuto de los Trabajadores que recortaba las libertades sindicales e introducía medidas de flexibilidad y temporalidad en la contratación.

NO GENERA EMPLEO
Ninguna reforma laboral ha ayudado a crear empleo. Esta tampoco lo va a hacer. Solo aumentara el poder de los empresarios sobre los trabajadores. Las reformas se están utilizando para consolidar un modelo productivo ineficaz e ineficiente, basado en bajos costes salariales y en el máximo beneficio a corto plazo. La generación de empleo pasa por el aumento del poder adquisitivo y por un cambio del modelo `productivo, con mayor innovación y capitalización de los puestos de trabajo.

NO REDUCE LA TEMPORALIDAD
Se ha utilizado como excusa, pero la temporalidad nace con una reforma (1984) y se consolida en las posteriores (1992,1993…).
Esta reforma laboral la va a perpetuar, ya que el aumento del coste del despido es mínimo y en cómodos plazos y se permite el encadenamiento abusivo. Estamos convencidos de que la única forma de reducir la alta temporalidad es limitar sus motivos (principio de causalidad), romper con los encadenamientos de contratos y perseguir el fraude en la contratación.

RECORTA DERECHOS
Se trata de medidas de ajuste presupuestario y reformas que recortan derechos laborales adquiridos (despido o recortes salariales) y derechos sociales (dependencia o jubilación parcial).
Son medidas que atacan al equilibrio social y transfieren gratuitamente más poder a la parte empresarial, sin atender a los derechos sociales de la inmensa mayoría de la ciudadanía. Se recortan derechos básicos necesarios para el buen funcionamiento democrático por que unos mercados que nadie elige, que no se presentan a las elecciones, lo exigen.
Para CC.OO.es imprescindible consolidar los derechos sociales para mejorar no solo el sistema democrático y con ello los niveles de igualdad y justicia social, sino también para alcanzar condiciones de vida y de trabajo más dignas.